Atrás queda Bollullos de la Mitación y cogemos el camino de monasterejo, se acaba la carretera y los cohetes, empieza los carriles, sendas y caminos. De pronto, en el ecuador del día, la tranquilidad se apodera de la Hermandad, se camina más tranquilo.
Se abandona el cante y el baile y entre el chirriar de las rueda de la carreta nuestras mentes empiezan a soñar. Es tiempo de refrescar a los bueyes, cansaos por el trabajo realizado, se le pone el plástico al Simpecao, hay que protegerlo del polvo.
Y caminar, porque Camas es eso, caminar, caminar al lado del Simpecao, con la mirada perdía y la mente lejos de nosotros. decorao de olivos, margaritas y amapolas, cuantas amapolas este año por nuestros campos.
El trino de los pájaros nos va dando tono, el cansancio empieza a aparecer, en el horizonte se aprecia unos pinares, ya queda poco.
Los bueyes se vienen arriba, los peregrinos fijan su mirada, los pinos nos abre paso, porque está llegando Camas a la dehesa de Marlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario