Con un cielo teñido de cohetes, amanecía mi pueblo, retoque a la carriola, mi medalla, mi pañuelo al cuello y a la plaza. Una plaza mas rociera que nunca, gran afluencia de vecinos, amigos y familiares para despedir a la Hermandad.
Misa de romeros y a esperar en la puerta. Llega la carreta, brillando entre el colorido de la plaza. Las emociones y los saludos se suceden en estos momentos previos. Ya con el Simpecao en la puerta la gente se agolpa en torno a él. Enrique mi hermano de carriola tiene el honor de llevarlo hasta la carreta, donde ya esperan impacientes, José Luis y Álvaro, para colocarlo en su peana, rodeado de un oasis de brillo y color que forma la carreta plateada adornada con flores vivas, que daban un colorido sin igual.
Tras la salve y los primeros vivas el Simpecao echa a andar, tirados por dos nobles animales y bajo las indicaciones del carretero. Así comenzó Camas su caminar hasta la Aldea del Rocío. Pero aún queda mucho camino por recorrer y las emociones se irán sucediendo, paso a paso.
bonito y sincero.
ResponderEliminarGracias, Petrosky. jajajaja
ResponderEliminaremocionante .. las fotos lo dice todo un saludo
ResponderEliminarPami el sinpecado de camas es muy bonito y ademas tiene un senificado muy especial , ademas la convivencia la alegria que tiene ,no la tiene ninguna hermandad ,yo lo dijo como rociera que soy besos paco lopez
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